¿Sabías que antes del
siglo XVII las mujeres occidentales daban a luz en cuclillas, sentadas y de
pie?
Esto cambió cuando el rey
Luis XIV de Francia dispuso que, para poder él presenciar el nacimiento de sus
hijos, sus mujeres debían dar a luz acostadas. Aunque esa postura hace más
difícil y doloroso el parto, pronto se generalizó, y los médicos franceses
tuvieron que inventar los fórceps para evitar algunas de sus consecuencias. En
poco tiempo se multiplicaron los instrumentos obstétricos, y se llegó a creer
que el parto siempre era una urgencia que exigía atención médica para que fuera
sin complicaciones
Fuente: ICAN Puerto Rico
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